Tanto preámbulo tiene su razón de ser, ya que en Dinamarca, JBS ha desarrollado una campaña en impresos que precisamente le da al clavo y cambia radicalmente el típico escenario detrás de la ropa interior masculina.
Una enfermera, una muchacha, la secretaría y hasta una monja son las protagonistas de esta gran idea que además de todo tiene una dirección de arte y fotografía impecable, delimitando a la perfección lo sensual de lo vulgar.

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